Resistencia y Durabilidad:
Alta resistencia a la compresión: El cemento, al fraguar y endurecer, adquiere una alta resistencia a la compresión, lo que lo hace ideal para soportar cargas pesadas. Esto es fundamental en la construcción de cimientos, pilares, muros y otras estructuras portantes.
Durabilidad a largo plazo: Las estructuras de cemento son resistentes al desgaste, la intemperie, las variaciones de temperatura, la humedad y muchos agentes químicos. Esto garantiza una larga vida útil de las construcciones.
Versatilidad y Adaptabilidad:
Diversidad de aplicaciones: El cemento se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, desde la construcción de viviendas, edificios, puentes y carreteras, hasta la fabricación de elementos prefabricados como bloques, tuberías y tejas.
Fácil de moldear: El cemento, en estado fresco, es un material maleable que se adapta a diversas formas y diseños, lo que permite la construcción de estructuras complejas y con acabados personalizados.
Economía y Accesibilidad:
Relativamente económico: Comparado con otros materiales de construcción con propiedades similares, el cemento es una opción relativamente económica.
Disponibilidad: El cemento es un material ampliamente disponible en la mayoría de los países, lo que facilita su adquisición y reduce los costos de transporte.
Seguridad y Protección:
Resistencia al fuego: El cemento es un material incombustible, lo que lo convierte en una excelente opción para la construcción de estructuras resistentes al fuego.
Resistencia a plagas: El cemento no es susceptible al ataque de insectos, roedores u otros organismos, lo que contribuye a la durabilidad y seguridad de las construcciones.